Zoom y Teams como herramientas esenciales en tiempos de cambios

La educación constantemente está evolucionando, hasta hace un par de décadas resultaba impensable que la tecnología fuera esencial para la educación, hoy día es prácticamente imposible pensar que se puede prescindir de la tecnología en el ámbito educativo. Con los recientes sucesos que cambiaron de manera abrupta la forma en que se mueve el mundo, la educación no fue ajena a estas afectaciones y se ha tenido que adaptar, Zoom y Teams han sido las principales herramientas que se han utilizado en la docencia para poder continuar con las clases y no detener el proceso formativo.

Cada una tiene sus cualidades, por ejemplo, en Teams podemos programar una reunión con dos clics directamente desde la aplicación, pues es una herramienta que hace parte de nuestra suite de ofimática por hacer parte de la comunidad universitaria. Esta aplicación nos permite tener conferencias de máximo 250 personas, eso sí, se requiere disponer de un ancho de banda estable para garantizar una calidad que permita el desarrollo de la reunión.

Por otro lado, Zoom es la aplicación que se ha definido para el desarrollo de las clases, pues la facilidad de uso, tanto para docentes como estudiantes, permite una mayor adaptabilidad a las herramientas que esta nos ofrece. Zoom nos permite reuniones inicialmente de hasta 300 personas, adicionalmente la universidad dispone de salas para webinars que nos permiten el desarrollo de eventos de hasta 500 personas. Esta aplicación demanda menos recursos de internet y del equipo desde el que se lleve a cabo la reunión, permitiendo un desarrollo óptimo, aún cuando las condiciones de conectividad no sean las mejores.

Independiente de qué herramienta utilicemos, cabe resaltar que siempre debe estar al pendiente de las capacitaciones de CES Virtual, pues en estas compartimos las mejores estrategias para obtener el máximo provecho de cada una de las herramientas.



La Tecnología como posible salvación ante una segunda ola del Coronavirus COVID-19

En medio de la polémica sobre la supuesta violación a la privacidad, la mayoría de los países han lanzado sus propias aplicaciones para ayudar a crear los cercos epidemiológicos alrededor del COVID-19. Estas aplicaciones son la esperanza para evitar una fuerte segunda oleada de este virus mediante alertas que pueden emitir desde el aviso de que un contacto de la lista grabada en los directorios de los celulares está contagiado o que alguien geolocalizado cerca tiene el virus. De esta forma las personas pueden tomar mayores precauciones.

El avance tecnológico no solo se ha dado por la creación de estas aplicaciones, hemos visto como todo el mundo ha evolucionado en diferentes aspectos en la búsqueda de superar la crisis de salud, económica y social. En otros frentes podemos contar con el enorme crecimiento de la tecnología para hacer compras online, inclusive pequeños comercios han creado su propia página web para realizar ventas, marcas reconocidas como ZARA han creado vestidores virtuales que permiten a las personas “probarse” la ropa con base en sus medidas, tipo de cuerpo y preferencias. A nivel educativo se ha incursionado en el uso de diferentes plataformas que permiten el contacto del docente con sus estudiantes y se han facilitado muchos procesos, sin embargo, la clave en estos es pensar en estrategias diferentes para llevar el conocimiento con nuevas metodologías y que la educación siga siendo de calidad.

La forma de trabajar también ha cambiado a nivel global, la mayoría de los empleos que no requieren presencialidad se hacen ahora desde las casas, mostrando además a las empresas que esto es posible y que los trabajadores pueden, mediante algunas orientaciones, realizar el trabajo sin problema desde sus casas, contando con la tecnología necesaria.

El conjunto de estas estrategias ha abierto una ventana a la que antes temíamos, pero en la práctica nos hemos dado cuenta de que es posible que el mundo siga funcionando sin necesidad de desplazamientos diarios o sin necesidad de aglomeraciones de personas en diferentes lugares y las TIC han favorecido a todos los espacios.
Sin embargo, existen múltiples debates sobre las consecuencias a largo plazo a nivel psicológico y social. En un momento en el que las circunstancias nos han obligado a cambiar hábitos, rutinas y las formas de relacionarnos, es importante trazar unos límites que nos permitan transformarnos sin perder el enfoque humano y la privacidad, pero estos conceptos varían según la cultura y el país. Por ejemplo, en Corea las personas diagnosticadas con el COVID-19 están siendo obligadas a descargar una aplicación que -por medio de la geolocalización-, permite a las diferentes entidades hacer un rastreo de sus desplazamientos y cumplimiento de la normatividad de aislamiento; en este país las personas han acatado estas medidas con disciplina. Sin embargo, en otros lugares del mundo -como Israel-, donde se hacía seguimiento a las personas a través de la agencia de inteligencia Shin Bet, los defensores de los derechos humanos hicieron que esta reglamentación fuera retirada por la violación a la privacidad de las personas.

Sin lugar a duda son muchos los debates que se presentarán en esta nueva “normalidad” y el apoyo de la tecnología requiere disciplina y nuevos aprendizajes para mantenernos a la vanguardia y poder dar continuidad a nuestros procesos profesionales y académicos, conservando los estándares de calidad.

Fuente
https://www.prensalibre.com/vida/tecnologia/la-tecnologia-sera-la-salvadora-de-una-segunda-oleada-de-coronavirus-este-es-el-panorama-en-el-mundo/