El metaverso es un entorno digital al que se accede a través de dispositivos, en el que cada usuario cuenta con su avatar (personaje) con el que puede realizar compras, jugar, asistir a conciertos, a reuniones de trabajo, a clase o interactuar con otros usuarios del mismo universo inmersivo.
Veamos al metaverso como a Internet: tiene sitios web, redes sociales, unos gratuitos, otros pagos. Ahí encontramos “universos” que permiten acceder a juegos, tiendas, cafés… y estos pueden ser creados por empresas (por ejemplo Facebook); o pueden ser diseñados por organizaciones descentralizadas que inyectan parte del capital para el desarrollo de los universos y los usuarios pueden adquirir o vender entre ellos.
Igual que Internet, no es que haya dueños, pero sí marcas que desarrollan recursos más o menos llamativos para los usuarios. Por ejemplo, para disfrutar un metaverso se requieren dispositivos adicionales, y hay marcas que se van reconociendo por el diseño o ventajas de esos dispositivos como hardware, cascos, lentes de realidad virtual, guantes, monitores inmersivos…
Aquí debemos reconocer el término NFT, ‘Non Fungible Tokens’ (‘Activos no fungibles’), y se refieren a activos exclusivos, que no pueden ser modificados y cuya adquisición opera con criptomonedas. En los metaversos se venden productos y servicios, hay publicidad, e inversiones, la tecnología blockchain hace transacciones rastreables, lo que garantiza la seguridad de ambas partes.
El reciclaje comienza en casa y ese es el lugar perfecto para que comiences por crear tu propia estación de reciclaje personalizada para ayudarte fácilmente a mantener los artículos separados para su eliminación además de concientizar a la familia. En este reto deberás construir una estación de reciclaje con materiales que tengas en tu hogar y te puedes apoyar con la información del siguiente link:
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